El discurso de victoria más corto de la historia

Todos habían seguido el mismo modus operandi, des de Ronald Reagan, pasando por George Bush e hijo, Bill Clinton, incluso el propio Obama cuando en 2008 se convirtió en el primer presidente afroamericano de la historia de estados unidos. Una vez finalizado el recuento de votos, paso por chapa y pintura y discurso en mano empezaba una larga puesta en escena, convenientemente realizada y masiva en la que el flamante recién elegido presidente de los EE.UU anunciaba al mundo a través de las cámaras de televisión su victoria.

Sin embargo Obama esta vez ha roto con la tradición, para hacerlo le bastaron 140 caracteres y esta imagen:

El presidente 2.0

Ha vuelto a demostrar que sabe quien tiene ahora el poder, las redes sociales están en auge y él las ha sabido manejar des de su primera victoria en 2008. Cuatro años más tarde Obama tenía muy claro a quien tenía que agradecer la victoria antes que a nadie:

“Esto ha sido gracias a ti”

Con mensajes de tu a tu, agradeciendo a esa persona que ha hecho clic al me gusta de algún mensaje de su campaña o a sus miles de seguidores en Twitter. Obama (o al menos su equipo de comunicación) conocen bien la potencialidad segmentadora de los nuevos medios  y la explotan.

Ha sido el primer presidente en priorizar los medios sociales como primeros canalizadores de su victoria. Y ellos, sus seguidores, le devolvieron el detalle convirtiéndolo en el tweet más retweeteado de la historia: 550.000 retweets.

Arrasando en las urnas y en la red

Pero esto no queda ahí, Twitter calcula que las elecciones han acaparado en EEUU unos 31 millones de tweets. La campaña de Obama ha gastado unos 36 millones de dólares en publicidad y campañas en internet, frente a los 86 millones de dólares en televisión, según datos recopilados por el diario The New York Times.

Los datos respaldan la frase: los medios sociales son el nuevo termómetro político de las elecciones. Un barómetro instantáneo, que permite contactar sobretodo con el electorado joven (el más difícil de convencer), reclutar voluntarios y hacer públicas las conversaciones privadas sobre política que antes se daban en cafeterías o oficinas.

Además las redes sociales también han cambiado las rutinas productivas de los periodistas que cubren unas elecciones: las últimas horas salen antes en tweets que en teletipos y la popularidad se mide en followers, en me gustas, en seguidores en instagram, etc.

Los republicanos lo intentaron, Mitt Romney se unió incluso a la red social Tout que permite compartir videos de hasta 15 segundos para abrirse al electorado.

http://www.tout.com/u/mittromney

Pero Obama llevaba ventaja, a sus cuentas en Facebook, Twitter, Instagram y Youtube se unió la de su mujer en Pinterest.

http://pinterest.com/michelleobama/

Michelle Obama consiguió más de 30.000 seguidores apelando al lado más familiar y hogareño de los ciudadanos estadounidenses con fotos como esta:

Los ingredientes del éxito

Generar poco debate y muchísimo contenido, preferiblemente con grandes dosis de acercamiento. Abrirse a la masa individualmente, entrando en su casa vía internet para que cuando tengan que elegir entre una papeleta u otra escojan la de su viejo conocido candidato: amigo de facebook, follower de tweeter o de Instagram.

Obama ha vencido en la primera batalla pero ¿quién ganará la próxima? Es lo que tienen las redes sociales, son democráticas y abren una guerra de iguales, cualquiera puede aprender a utilizarlas a su merced. 

La publicidad que emerge de nuestro ordenador es cada vez menos casual. Cada movimiento, palabra, click que damos en la worlwideweb es desmenuzado, rastreado, exprimido.

Los anunciantes están deseando hacer el retrato robot de cada miembro de su público objetivo, acechan a los usuarios ávidos de información personal, gustos, preferencias… Fotografiando recorridos, lanzando preguntas, etc. Un toma y daca… tú me das tu email y yo te dejo inscribirte en mi web, si me presentas a un amigo te bonifico con un descuento, rellena este formulario antes de poder acceder a las ofertas que te ofrezco… y así detalle a detalle, secreto a secreto… y sin apenas darse cuenta el usuario se descubre, se dibuja claramente ante la gran maquinaria publicitaria que se friega las manos y sonríe satisfecha.

Internet la hace feliz gracias a su talismán: la interactividad.

Una manera distinta de entender el mensaje, revolucionaria, ahora nuestro interlocutor contesta, opina, se manifiesta tanto a favor como en contra, pero en la mayoría de los casos si es bueno o malo a penas importa, lo que prevalece es que se comunique, “que hablen de nosotros”. Que nos diga lo que hacemos bien, de acuerdo seguimos por aquí… o lo que hacemos mal, está bien redirigimos la campaña.

Bidireccionalidad enriquecedora a través del 2.0 que, de algún modo entrega la vara de mando al usuario. El cliente ha tenido la razón toda la vida, pero ahora en la nueva era de la información tiene el poder.